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Sin duda la era de la postpandemia intensifico el uso de los recursos digitales en el ámbito educativo, si bien ya se usaban las Tics previo a la aparición del Covid, la aparición de la pandemia, obligo a todos los centros de educación a acelerar la implementación de recursos digitales para la impartición de clases.
En el 2004, George Siemens y Stephen Downes exponen un teoría del aprendizaje a la cual llamaron conectivismo, esta teoría busca explicar el aprendizaje en esta era hiperconectada, donde las redes, la información y las personas forman un entramado complejo que redefine lo que significa saber y aprender.
La intención de este artículo es explorar los principios del conectivismo, su aplicación en la educación actual, los beneficios que aporta, así como los retos y críticas que enfrenta.
¿Qué es el conectivismo?
El conectivismo, propuesto por George Siemens y Stephen Downes a mediados de la década de 2000, nace de la observación de cómo la tecnología y las redes están transformando nuestra manera de conocer y aprender.
Surge como una teoría del aprendizaje para la era digital, desarrollada tras un análisis de las limitaciones de teorías previas como el conductismo, el cognitivismo y el constructivismo, para explicar el efecto que la tecnología ha tenido en cómo vivimos, nos comunicamos y aprendemos hoy en día.
Esta nueva tendencia emerge en un contexto social donde el valor económico se crea a través de redes de inteligencia humana para generar conocimiento.
En lugar de concebir el aprendizaje como un proceso que ocurre únicamente dentro de la mente del individuo, esta perspectiva lo entiende como la construcción y navegación de redes de conocimiento.
El aspecto central del conectivismo es la metáfora de una red compuesta por nodos y conexiones. Un "nodo" es cualquier entidad que puede conectarse a otro nodo, incluyendo personas, organizaciones, información, datos, sentimientos, imágenes, bases de datos, sitios web, blogs y wikis. El aprendizaje es, entonces, el proceso de creación y expansión de la complejidad de estas redes de conocimiento.
El conectivismo se inspira en principios explorados por teorías complejas como la teoría del caos, las redes neuronales (tanto naturales como artificiales), la complejidad y la autoorganización. Este proceso de conexión se manifiesta en tres niveles distintos:
- Neuronal: Las conexiones que se forman dentro del cerebro humano.
- Conceptual: Cómo las ideas se relacionan internamente en la mente.
- Externo o social: Las conexiones que se establecen con otras personas y fuentes externas de información.
Lo fascinante del conectivismo es que cambia el foco del conocimiento de ser algo que reside únicamente en el individuo a un conocimiento distribuido a través de diversas redes, muchas veces fuera de nuestro control directo.
Además, reconoce que el aprendizaje puede ocurrir incluso en dispositivos no humanos, como bases de datos o dentro de una organización.
En esta realidad, la capacidad de saber "dónde" encontrar el conocimiento cuando se necesita es más importante que lo que ya se sabe actualmente.
Por lo tanto, habilidades como saber dónde buscar, cómo validar y transformar la información, y cómo discernir entre la información importante y la trivial, se vuelven cruciales. La actualización constante y precisa de la información es el propósito de todas las actividades conectivistas de aprendizaje.
Según Stephen Downes, el conocimiento conectivo es una propiedad de una entidad que debe llevar o convertirse en una propiedad de otra entidad para que se consideren conectadas, y el conocimiento que resulta de estas conexiones es el conocimiento conectivo, constituyendo la base estructural del conectivismo.
Este enfoque destaca la diversidad de opiniones, la autonomía de los individuos, la interactividad entre miembros para generar conocimiento, y la apertura de la red para incorporar nuevas perspectivas.
Además, se relaciona directamente con la cultura de la participación, donde el individuo es el origen de la red y su participación es indispensable para el aprendizaje en entornos digitales.
El proceso de aprendizaje es de naturaleza cíclica: los estudiantes se conectan a la red para compartir y encontrar nueva información, lo que transforma sus creencias y los lleva a retroalimentar la red con sus nuevas deducciones, buscando a su vez más información
El conectivismo en la educación digital
Este Podcast fue hecho con IA de Notebook, puedes ver el proceso en este tutorial
Este enfoque se perfila como una perspectiva o modelo pedagógico centrado en el alumno, que impulsa el desarrollo de competencias tecnológicas y habilidades intelectuales esenciales para la actualidad. El conectivismo enfatiza el papel de las redes sociales y tecnológicas en el proceso de aprendizaje y el conocimiento puede residir fuera del individuo, en la red. El uso de redes sociales, blogs, wikis y bases de datos para compartir conocimiento y colaborar es una práctica común dentro del conectivismo.
Algunos beneficios clave incluyen:
- Fomento del trabajo en equipo: El modelo conectivista se basa en el trabajo en equipo y fomenta el trabajo sincrónico y asincrónico. La red permite la colaboración entre usuarios, y las redes de aprendizaje están orientadas a la generación colaborativa de conocimiento. Además, el trabajo colaborativo es una de las habilidades que el estudiante debe desarrollar.
- Desarrollo del pensamiento crítico: Es fundamental para filtrar y validar la gran cantidad de información disponible. El docente orienta a sus estudiantes a seleccionar y discernir la información más importante de la trivial. Los alumnos deben realizar sus investigaciones con una actitud crítica y el estudiante debe asumir una postura activa, dinámica y crítica. La evaluación y autentificación de la veracidad del conocimiento es una habilidad crucial en el conectivismo.
- Aprendizaje significativo y colaborativo: El conectivismo garantiza un aprendizaje significativo, cooperativo y colaborativo. Esto es especialmente relevante para los nativos digitales, quienes crecen rodeados de tecnología y la integran de forma natural en su educación. La participación del individuo es indispensable para el aprendizaje en entornos digitales.
- Uso de inteligencia artificial: La IA puede personalizar rutas de aprendizaje y adaptar contenidos. También puede ayudar a los humanos a dar sentido a un mundo complejo al resumir grandes volúmenes de información. Esta tecnología es capaz de generar perfiles automatizados del conocimiento de un alumno para diseñar rutas de aprendizaje personalizadas.
Así, la tecnología no es un complemento, sino una parte integral y fundamental del proceso educativo, permitiendo a los estudiantes conectarse eficazmente con comunidades de aprendizaje y entornos digitales diversos.
El Conectivismo y las habilidades clave que desarrolla
En la era digital, el conectivismo enfatiza la necesidad de cultivar ciertas habilidades esenciales para navegar el vasto océano de información:
- Pensamiento crítico: Para evaluar la calidad y veracidad de la información.
- Filtrado de información: Ante el diluvio constante de datos. Esto implica manejar el flujo de conocimiento y extraer los elementos importantes.
- Validación de fuentes: Imprescindible para evaluar la confiabilidad y exactitud de la información.
- Conexión efectiva: Saber dónde y cómo conectar con fuentes y personas relevantes. Esto incluye la capacidad de ver las conexiones entre campos, ideas y conceptos, y la habilidad de navegar entre nodos para alcanzar un objetivo. La capacidad de aumentar el conocimiento es más importante que lo que se sabe actualmente.
Estas habilidades se fortalecen dentro de comunidades de aprendizaje que utilizan herramientas digitales y redes sociales, y se complementan con la inteligencia artificial para ofrecer experiencias más personalizadas.
Desafíos y Críticas del Conectivismo
A pesar de sus importantes aportes y su relevancia en la era digital, el conectivismo enfrenta varios retos y ha sido objeto de diversas críticas significativas:
Dependencia Tecnológica y Brecha Digital
El conectivismo, al basarse en un aprendizaje en constante contacto con internet y las redes sociales, requiere un acceso constante y universal a la tecnología.
Sin embargo, este acceso no es universal y genera una profunda desigualdad, especialmente en regiones con brechas digitales marcadas como Latinoamérica.
Las diferencias son notables entre zonas urbanas y rurales en cuanto a infraestructura y costos, con planes mensuales de internet que pueden representar un porcentaje significativo del salario básico unificado, limitando la accesibilidad para una parte considerable de la población.
El modelo conectivista no siempre contempla los entornos tecnológicamente desfavorecidos, donde las teorías de aprendizaje clásicas aún pueden ser más pertinentes.
Formación y Adaptación Docente
La implementación del conectivismo demanda una adaptación significativa por parte de los educadores, quienes deben desarrollar nuevas competencias y metodologías.
Existe un "déficit técnico" considerable en el profesorado, y la brecha generacional entre los "inmigrantes digitales" (docentes) y los "nativos digitales" (estudiantes) genera discrepancias y dificultades en la adaptación.
El rol del docente cambia de ser la única fuente de conocimiento a ser un guía, facilitador e impulsor de conexiones en las redes de aprendizaje, y orienta a los estudiantes para que elijan fuentes confiables y disciernan entre la información importante y la trivial.
Desarrollo de la Autonomía del Estudiante
Aunque el conectivismo postula al estudiante como el punto de inicio del proceso de aprendizaje, asumiendo un rol activo, dinámico y crítico, esta teoría exige una gran independencia y motivación por parte del alumno.
Históricamente, estos aspectos han sido un desafío en muchas regiones de América Latina, donde el modelo educativo tradicional ha priorizado la transmisión de contenidos. El estudiante debe ser un aprendiz autónomo capaz de construir sus propios recursos y elegir su proceso de aprendizaje.
Cuestiones Éticas y de Valores
Una crítica importante es que el conectivismo no aborda suficientemente la formación en valores asociada al uso de las redes sociales, un factor crítico para el alumnado joven.
Las redes están expuestas a la desinformación, la propaganda y la manipulación, lo que exige al estudiante desarrollar el pensamiento crítico para evaluar la veracidad y la calidad de la información.
La escuela debe enseñar normas de comportamiento explícitas para el uso de estos recursos digitales, incluyendo el respeto, la autoría y la responsabilidad en la identidad digital, reconociendo que el mundo virtual no está al margen del físico.
Debate sobre su Carácter Teórico
Existe un debate fundamental sobre si el conectivismo es realmente una teoría del aprendizaje o más bien una perspectiva o propuesta pedagógica adaptada a la web 2.0. Críticos como Pløn Verhagen argumentan que no presenta elementos nuevos que no estén ya en otras teorías, y que se enfoca más en el nivel curricular (qué y por qué se aprende) que en el nivel instruccional (cómo aprende la gente).
Bill Kerr sugiere que las teorías de aprendizaje existentes son suficientes, a pesar del impacto de la tecnología.
Además, se ha señalado que carece de una estructura propia de una teoría, con enunciados no siempre integrados lógicamente, y que descuida componentes esenciales como los valores y las condiciones de aplicación.
Se argumenta también que se centra demasiado en el aprendizaje informal y los conocimientos volátiles, siendo su aplicabilidad escasa en ámbitos de aprendizaje más formales o conocimientos más estáticos.
En conclusión, la aplicación formal del conectivismo a gran escala requeriría una reestructuración profunda de las bases epistemológicas, filosóficas, las formas de evaluación, y los roles de docentes, estudiantes, el Estado y la comunidad.
Sin embargo, se le considera una alternativa que vale la pena explorar en el aula, siempre que se haga de manera equilibrada y sin violentar la educación formal o las metodologías pedagógicas existentes.
Reflexiones finales
El conectivismo nos ofrece una lente valiosa para entender el aprendizaje en un mundo conectado, ayudándonos a desarrollar habilidades digitales indispensables. Sin embargo, también nos invita a ser conscientes de sus limitaciones y riesgos, buscando un equilibrio que integre lo mejor de este enfoque con otras teorías educativas.
Si aceptamos que gran parte de lo que sabemos está fuera de nosotros, en redes y dispositivos, ¿qué significa realmente saber algo hoy? ¿Cómo podría cambiar esa definición en el futuro?
Esta pregunta nos desafía a repensar el concepto tradicional de conocimiento y a prepararnos para una educación que no solo use la tecnología, sino que también forme ciudadanos críticos, responsables y capaces de navegar con criterio en la complejidad digital.